Los japoneses poseen varios de los mejores y más reconocidos arquitectos del mundo. Al tener tan poca disponibilidad de espacio y al ser azotados constantemente por tifones y seísmos, los profesionales de proyectar edificaciones o espacios urbanos, han desarrollado construcciones resistentes preparadas para estos eventos de la naturaleza.
Además de la seguridad, algunos de los aspectos que los arquitectos japoneses toman muy en cuenta son la estabilidad, el equilibrio con la naturaleza, la flexibilidad y la belleza. Por eso es tan común que encontremos hogares japoneses con espacios muy abiertos, con muy pocos muebles y casi siempre en relación con la naturaleza.
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De entre todos los maravillosos ejemplos que existen de la exquisita arquitectura japonesa, me decanté por la House N por la originalidad de su estructura y por su belleza. Obra del arquitecto Sou Fujimoto, la casa N es una vivienda creada para dos personas y un perro, inspirada posiblemente en las muñecas rusas conocidas como matrioskas.
Se compone de tres depósitos, uno dentro de otro, que van reduciendo su tamaño de manera progresiva. La del exterior, rodea completamente la casa y la protege del exterior, creando una especie de jardín o patio cerrado. La segunda delimita un
especie de pasillo que conecta las habitaciones de la casa con el exterior y la tercera, crea un espacio pequeño más íntimo, dónde sus habitantes pueden desarrollar sus actividades diarias, como cocinar, dormir o ver el televisor.
especie de pasillo que conecta las habitaciones de la casa con el exterior y la tercera, crea un espacio pequeño más íntimo, dónde sus habitantes pueden desarrollar sus actividades diarias, como cocinar, dormir o ver el televisor.
Al estar protegida por tres series de muros, se podría asumir que cuenta con muy poca iluminación. Sin embargo, Fujimoto dejó espacios abiertos en cada cubierta para asegurar que la luz fluyera de manera natural. Por lo que pude ver en los planos, en un futuro esa especie de ventanas permitirán que los arboles del interior se desborden de la casa, dando la ilusión de que la construcción se edificó al rededor de la naturaleza.
Mi intención era crear una arquitectura que no se trata de la forma o del espacio, sino simplemente de expresar la riqueza de lo que está “entre” las casas y las calles.
Lo que más disfruto de este hogar es como resalta de entre las típicas construcciones de la cuadra, la cantidad de luz que se cuela en las habitaciones y lo pacífica y limpia que luce. Es única y desde luego, es un hogar que no podría existir en otro lugar del mundo que no fuera japón.